Hay que admitir que el refranero español es muy sabio. Y, como suele decirse, para muestra, un botón:
Todos tenemos el típico amigo que no te llama nunca y que cuando te llama es para tomar algo en la otra punta de la ciudad (por supuesto, este amigo no tiene coche - este dato,como veréis, es muy muy importante-) y ya una vez allí pues aprovecha para hacer unas compras que "para nada" estaban programadas. Y qué me decís de esos amigos que cuando estáis en el bar ya a punto de pagar, da la casualidad que se ha dejado la billetera en la guantera del coche (que por supuesto está en su casa porque tú has tenido que recogerlo). Desde luego, me consta que no os estoy descubriendo América. Todos tendréis amigos así. E incluso peores. Hay amigos, que incluso, fijaos lo que digo, les importa más tú dinero que tu presencia. Amigos que, después de ir a todos los "eventos" que han preparado, si no puedes (o no quieres) ir al último que tienen programado, te dicen que no tienes vergüenza. Vergüenza les tendría que dar a aquellos "amigos" que estando tú recién operado,sin poder salir de casa, ni siquiera van a visitarte.
Aunque no todos son así. También existen los amigos que te aprecian y te agradecen todo lo que hayas podido hacer por ellos. Igual que yo agradezco ahora, a algunos, los fines de semana de risa continua que me han hecho pasar.
Así que a modo de conclusión, sólo diré: Líbrenos Dios (o el Demonio; cada uno a sus creencias) de esos malos "amigos". Que les den porsaco a tós. Y a los que no tengan tos, también.
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